martes, 27 de marzo de 2012

10 Consejos básicos para jugar a Bowling.

Por Fernando María de Aragón Mollá.
Licencia AECB: 1133

Introducción:
Se puede afirmar que el Bowling es un deporte de reto, tanto si se practica de manera lúdica como en competición.

La práctica de esta disciplina deportiva implica desarrollar una técnica individual tan compleja y completa como se quiera, y en ella se conjugan facetas como: agilidad física, concentración, la interacción física-mental en la coordinación del sentido del ritmo, del equilibrio, del control muscular y emocional, y muy importante también la confianza en nosotros mismos.

Las pautas que aquí se reflejan, resultan de una apreciación personal sobre la experiencia que este autor tiene sobre el mundo del bowling, y la intención que únicamente se persigue es, resumir y aportar ideas muy básicas, que permitan al jugador de bowling mejorar su juego; tanto si practica bowling "finger" como convencional.

  1. Buen estado físico y emocional.
  2. La elección de la bola, el taladrado.
  3. Ejercicios de calentamiento, calzarse adecuadamente.
  4. Concentración.
  5. Carrera de aproximación; regla de los cuatro pasos.
  6. Posición de la mano.
  7. Movimiento del brazo que lanza.
  8. El otro brazo.
  9. El factor psicológico.
  10. Precisión.

I. Buen estado físico y emocional.

Una dolencia, un catarro, sensación de hambre o sed, cansancio o sueño, etc, inciden y operan siempre negativamente en el estado de ánimo y la predisposición a jugar.
Si tienes que competir y te encuentras mal física o anímicamente, es mejor jugar otro día. La óptima predisposición emocional en este juego tiene mucha similitud al golf; para aplicar la mejor inercia y precisión a la bola no se debe estar ni eufórico ni excesivamente relajado.


II. La elección de la bola, el taladrado.

La elección de la bola que mejor se adapte a nuestra forma de jugar es fundamental; debemos elegir una bola, que por su peso y posición de taladros, no merme nuestra capacidad de reproducir correctamente el lanzamiento durante las sucesivas partidas que hagamos.

Las bolas de uso público están taladradas de forma estándar y en general, en función casi proporcional peso de bola con peso y fortaleza del jugador, así, de esta manera, una bola de 8 y 9 libras para niños tendrán agujeros pequeños, propios para las manos de estos, y las bolas pesadas de 15 y 16 libras, tendrán los taladros más amplios y separados, especialmente pensadas para personas grandes que tienen las manos grandes y dedos también grandes o gruesos.

Algunos jugadores inexpertos, eligen intuitivamente bolas de 15 ó 16 libras convencidos de que resultará más fácil conseguir pleno (nada más lejos de la realidad), probablemente si no se domina (por falta de técnica sin duda), el excesivo peso restará maniobrabilidad y por tanto precisión en el lanzamiento; es posible conseguir muchos plenos consecutivos con una bola de 10 libras, si se realiza el lanzamiento con la suficiente velocidad y colocación.

De no encontrar una bola cómoda para jugar o la que conocemos en la bolera (por su número de serie) siempre la tienen otros, es recomendable dejarse aconsejar por el personal técnico que mecaniza las bolas para adquirir una bola (de plástico o poliéster) y personalizarla a nuestra medida en peso, taladros, color e incluso con nuestro nombre grabado en la superficie o en el interior de la bola.

Debemos elegir el compromiso equilibrado entre comodidad de peso y precisión.

Por tanto, resulta obvio elegir una bola acorde con nuestra constitución física, esto nos permitirá lanzar con comodidad la bola de pleno y rematar con la suficiente suavidad y precisión todo aquello que nos quede, por muy complicado que parezca (a excepción del 7-10), ya que aquí interviene mucho la suerte.
Como norma general no elijas una bola para jugar 2 ó 3 partidas que no te permita jugar 8 con absoluta comodidad.

En las bolas finger, el uso de un taladrado totalmente personalizado es primordial para jugar con seguridad y eficacia.

Es importante hacer notar que un taladrado inadecuado producirá heridas o lesiones en dedos, mano, muñeca, antebrazo, hombro, espalda. y que una lesión recurrente (que se repite con frecuencia) es síntoma de una técnica incorrecta o de un taladrado inadecuado.

Conviene en estos casos, revisar y contrastar las medidas de nuestra mano y la disposición geométrica del taladrado de nuestras bolas con el personal especializado en la materia.

Después de mecanizar los taladros en una bola, es importante comentar, que la bola ha sido sometida a una gran actividad de mecanizado por la acción de una broca de considerable calibre, que provoca un aumento muy significativo de la temperatura en su conjunto y especialmente en la zona interna que rodea a los taladros; entonces, debido a la alta conductividad térmica del material, este se dilata considerablemente y al probar los taladros, tendremos la sensación de que quedan muy apretados; esto es normal en ese momento y sólo conviene dar por bueno el taladrado cuando la bola haya recuperado la temperatura anterior al taladrado o la temperatura ambiente (aprox. 20 grados centígrados).

De no seguir este consejo, es muy probable que se insista en aumentar el taladro (muy típico el pulgar), y entonces probablemente al recobrar la temperatura normal y contraerse de nuevo el material, ahora nos quede con mucha holgura.

Por lo tanto conviene tener paciencia y no probar una bola recién taladrada hasta el día siguiente, así se tendrá una medida más real del taladrado y será más fácil alcanzar con una sencilla operación de ajuste una medida más exacta del pulgar del usuario; sí se hace así, evitaremos posteriores operaciones de mecanizado innecesarias y los gastos de tiempo y dinero que conlleva; alcanzándose más fácilmente el objetivo final; tener una bola bien taladrada y eliminar definitivamente la sensación de que nunca nos queda bien la bola.

III. Ejercicios de calentamiento, calzarse adecuadamente.

Muchas lesiones se producen cuando el jugador comienza a jugar sin haber calentado previamente.
Para evitarlas y jugar mejor es conveniente realizar (durante al menos 5 minutos) suaves ejercicios de calentamiento general y específicos sobre tronco, extremidades y articulaciones que más se vayan a trabajan.
El cuerpo no puede estar rígido para jugar, ya que el swing se vería afectado negativamente; los músculos deben estar calientes y elásticos, es decir, en disposición de trabajar y sudar la camiseta.

Gran parte de los problemas que el jugador tiene para repetir los lanzamientos de éxito se deben a la falta de elasticidad.

También durante este calentamiento (sin darnos cuenta), permitimos que las zapatillas alcancen la temperatura adecuada para jugar; si las zapatillas están húmedas (por el sudor y en una fría taquilla), el coeficiente de rozamiento entre la zapatilla que desliza y la pista aumenta y si empiezas a jugar inmediatamente después de calzarte, sufrirás el efecto que denomino como "zapatillas frías", probablemente no deslicen correctamente y se producirá algún enganchón similar al que sucede cuando lanzas sin advertir que has pisado algún líquido, con la consiguiente pérdida de puntos en esa tirada e incluso lesión, o como mínimo la sugestión del jugador, que en los sucesivos lanzamientos lanzará con miedo; en consecuencia, el jugador estará jugando muy por debajo de su promedio y de su capacidad potencial.

Antes de empezar a lanzar las bolas de prueba, conviene completar (sin bola) el gesto del "swing" varias veces, para ir acostumbrando a toda nuestra "maquinaria" del trabajo físico y mental que va a desarrollar.
Mientras calentamos, es importante verificar la adherencia y el estado de la pista en la zona donde se ejecuta la carrera y el lanzamiento; una pista sucia nos complicará mucho la ejecución correcta del lanzamiento; si está poco sucia, podremos limpiarla con un paño húmedo en alcohol; pero si la suciedad está muy extendida, es mejor pedir a los técnicos de mantenimiento de la bolera que limpien la pista adecuadamente, ya que éstos como expertos que son, sin duda comprenderán y accederán a nuestra solicitud.

Si esto ocurre en Competición Oficial, conviene advertir a los Organizadores el problema observado; ya que la normativa de la Asociación Mundial de Bowling es muy clara en este sentido y dice:

Regla 125: El approach no puede ser alterado ni deformado:

Aplicar cualquier sustancia extraña sobre cualquier parte de la approach, que disminuya la posibilidad de que otros jugadores tengan condiciones normales de juego, está prohibido. Esto incluye, pero no se limita a substancias como polvos de talco, piedra pómez y resina sobre los zapatos". Por lo tanto, cualquier actuación voluntariosa de nuestra parte sobre el approach, puede ser interpretada como una violación del Reglamento y conseguiremos con ello la descalificación fulminante del campeonato.

Aunque una pista esté limpia, la sensación de deslizamiento varía mucho de unas boleras a otras y esto es debido al distinto coeficiente de rozamiento de los distintos suelos sintéticos o madera en la fabricación del "approach" y también a los productos que usan para limpiarlo y como no, a la interacción de estos con la calidad superficial del cuero curtido de nuestras zapatillas.

El deslizamiento es una de las facetas más importantes en el lanzamiento, diría que es la parte más importante en la etapa última del "swing". Tanto es así, que para ser regular, constante y mortífero con los bolos siempre se intenta repetir el mismo movimiento y una pista áspera o muy deslizante dificultaría mucho esto, obligándonos a hacer todo de distinta manera; piensa que si esto ocurre, ya no seríamos nosotros sino otro jugador distinto o en el mejor de los casos una mala imitación de nosotros mismos.

Para evitar este inconveniente, que provocaría una alteración muy significativa o grave de nuestra forma de lanzar, existen zapatillas (en los establecimientos dedicados al mundo del bowling), de suelas intercambiables con distinto coeficiente de adherencia que se adaptarán prácticamente a cualquier tipo de pista; "esto es calzarse adecuadamente para jugar"; de esta manera, sin que nos influya el estado del suelo, podremos jugar como mejor sabemos.

IV. Concentración.

La concentración debe ser lo más completa posible; cualquier circunstancia (golpes, gritos, silbidos, una aproximación indebida de otro jugador, unos cuernos horribles en la pista de al lado, etc) que pueda producir una alteración de la concentración durante la fase previa al lanzamiento, debe hacernos desistir del mismo, conviene colocar la bola en la tronera, esperar lo que haga falta y completar nuevamente la concentración antes de lanzar.

Resulta conveniente elegir el momento más favorable y adecuado para lanzar; está totalmente desaconsejado efectuar un lanzamiento precipitado entre dos jugadores ansiosos por lanzar.
El respeto tranquilo de los tiempos de lanzamiento es fundamental y así hay que hacerlo saber si es preciso.
Siempre se debe ceder el turno a la pista de nuestra derecha si el jugador ya estuviera preparado para lanzar o si coincidiéramos incluso cogiendo la bola.

V. Carrera de aproximación; regla de los cuatro pasos.

La carrera de aproximación (o pasos) resulta aproximadamente un 80% en el éxito del lanzamiento; la ejecución incorrecta de este movimiento (que define en pocos segundos la realización de cada lanzamiento) marca negativamente el movimiento resultante del brazo con la mano, y seguramente, el resultado final obtenido.
Esta carrera debe hacerse con pasos cortos que aseguren el equilibrio y completarse sin prisas o cambios bruscos de ritmo, esto garantiza fluidez y el tiempo necesario para pendular bien el brazo, sacar correctamente la mano y colocar la bola en la marca con la misma intensidad.

Una carrera bien ejecutada minimiza también un pequeño error en la colocación de la bola sobre la marca elegida.

VI. Posición de la mano.

La mano, debemos hacerla sincronizar con el movimiento del cuerpo y el péndulo del brazo.
La posición de la mano que lanza la bola (que está definida por la técnica) debe ser siempre la misma, por la que consideremos más cómoda y ventajosa por su fluidez y efectividad demostrada en los entrenamientos que realicemos al efecto.
La eficacia del lanzamiento depende mucho de la realización completa del péndulo, el cual, además de conseguir un lanzamiento más potente con menos esfuerzo, garantiza mejor la repetición con éxito; con lo que la progresión en el aprendizaje es mayor al aprovecharse mejor los entrenamientos.


VII. Movimiento del brazo que lanza.

El movimiento del brazo que lanza la bola debe hacerse sincronizado con la carrera y el equilibrio del cuerpo, igualmente, debe ejecutarse sin prisas ni cambios bruscos de ritmo; resulta fundamental pendular siempre el brazo con la misma intensidad.

Si las condiciones de pistas son distintas a las acostumbradas, el jugador finger debe cambiar las marcas de referencia o usar una bola que mejor se adapte a esas condiciones en vez de intentar cambiar la forma de lanzar.


VIII. El otro brazo.

Desde el primer momento hasta el final, el otro brazo contribuye al equilibrio del cuerpo en la carrera de aproximación y lanzamiento; muchas veces no lo tenemos en cuenta y de forma involuntaria y a veces sin advertirlo, provocamos que el cuerpo se desestabilice sobre el lado del brazo que lanza la bola, fallando por tanto la precisión del lanzamiento.

Inicialmente debe estar ayudando a soportar la bola (de forma natural y no forzada) por la parte inferior y contraria a la otra mano; durante los pasos debe ir extendido y separado del cuerpo para ayudar al equilibrio; y en el momento de soltar la bola contribuye a mantener el equilibrio y precisión del lanzamiento haciendo de contrapeso al moverse hacia atrás y hacia abajo algo más cerca del cuerpo.


IX. El factor psicológico.

Incide de forma directa sobre el jugador y el desarrollo normal de una partida.
El jugador debe intentar en todo momento lanzar sin presión y ceñirse a la técnica para no dejarse llevar, ni por la desmoralización por algún/os fallo/s ni por la engañosa euforia que algún pleno le seduzca a una excesiva y dulce relajación.

El jugador durante la partida, debe darse cuenta de como está jugando; si lo está haciendo bien debe concentrarse e intentar no cambiar nada para mantenerse en esa línea de regularidad; y si está fallando, debe advertir en qué se está equivocando y cómo corregirlo rápidamente para no sacrificar la partida. Pero para ello, convendría que el jugador tuviera asimilados los conocimientos y la práctica de este juego.

Con frecuencia en competición, después de la tercera o cuarta partida, las pistas no se encuentran en el mismo estado de aceite, ni en extensión ni en volumen; porque los lanzamientos efectuados hasta el momento han extendido el aceite hasta el "backend"; también aparecen los primeros síntomas de cansancio físico que pueden repercutir emocionalmente en el ánimo de jugar bien, también la capacidad de concentración disminuye, es entonces cuando los jugadores cometen más errores de precisión en ambas bolas.

Llegados a este punto de la competición y si el reglamento de la competición lo permite, es recomendable tomar algún alimento dulce (chocolate o similar) que aporte nuevas energías para fortalecer la moral y tener la mente despejada para tomar nuevas decisiones.

El jugador debe estar mentalizado de antemano en dosificar sus fuerzas, pues éstas contribuyen decisivamente a mantener la moral alta y una concentración regularmente estable, a la vez debe usar la inteligencia para adaptarse a esa pista que ya no está como al principio, y a conservar la regularidad en el promedio cuando los demás bajan.
Cuando estés en la pista jugando, toma (lo más cerca posible) siempre tu bola de la tronera con las dos manos y acércatela al cuerpo; y colócate en la posición adecuada para lanzar; siempre sujeta la bola con la mano contraria a la que lanza antes de introducir los dedos en los taladros.

Debe evitarse siempre el contacto (directo o indirecto) de los dedos lanzadores con el aceite que trae la superficie de la bola, ya que esta circunstancia (aunque pueda parecer poco importante) y debido a las propiedades lubricantes del aceite se pueden perturbar mucho las condiciones del lanzamiento, pues los dedos índice y anular necesitan adherencia y son los que contribuyen a aplicar en el último instante el "momento de inercia" que la bola (finger) necesita para conseguir pleno.

Resulta imprescindible mencionar aquí, que para estar concentrados en nuestro juego, debemos hacer caso omiso de todas aquellas actitudes y comentarios que suelen realizar algunos jugadores; porque están enfadados con su propio juego o muchas veces destinados con picardía a desconcentrarnos, sobre todo, después de que hubiéramos alcanzado varios plenos consecutivos. Un jugador que compite debe ser impermeable ante este tipo de situaciones, acostumbrarse a convivir con la presión y aprender a superarla con toda normalidad con su propia experiencia.

Un último consejo práctico para momentos de urgencia; cuando estés compitiendo y la presión te atenace con fuerza:

Olvídate del marcador, del adversario, del marcador del adversario, del público y de todo lo exterior a ti; refúgiate en la técnica porque es tu mejor aliada, ¿cómo?, controla tu respiración haciéndola relajada y repasa en tu cabeza tranquilamente los tres pilares básicos de la técnica:

• Pasos cortos que aseguren el equilibrio.
• Carrera pausada para completar el péndulo.
• "Colgar finger" y deslizar la bola en la marca.

Si te sientes identificado/a con esto,¡aplícalo! y si tu método es algo parecido, ¡hazlo! porque lo has hecho muchas veces y sabes como hacerlo.

X. Precisión.

La precisión es el resultado final de la correcta realización de todos los apartados anteriormente descritos, el éxito de esta precisión depende y se resume sin duda, en una predisposición física y psicológica conjugadas con una decidida ambición de pleno y remate y una consolidada asimilación de la técnica.

Si asimilamos gran parte de los conocimientos técnicos de este deporte e intentamos poco a poco reproducirlos en la práctica, es muy probable conseguir una alta precisión en este juego, con la consiguiente satisfacción del jugador que considerará la práctica de este deporte, como un atractivo y grato entretenimiento.

Estar mentalmente motivado y tener ganas de jugar puede resumirse como la regla de oro para jugar bien.
El bowling es un deporte asimétrico y por lo tanto, la práctica prolongada de este deporte provoca un mayor desarrollo muscular de la mitad superior de nuestro lado que lanza la bola. Esta circunstancia puede provocar la aparición de problemas de salud en nuestra espalda de diferente índole (contracturas, lumbalgias, etc); para evitar esto, es muy recomendable la práctica semanal y frecuente de algún deporte simétrico (natación o similar) que nos ayude a mantener una buena forma física y un desarrollo homogéneo de toda nuestra musculatura en su conjunto. Si la lumbalgia no obstante aparece es muy posible que la práctica del bowling la estemos haciendo sin la técnica adecuada.

Y recuerda.

"El conocimiento de la técnica y el uso de la inteligencia para aplicar el mejor recurso en el momento adecuado es la ventaja que distingue a un buen jugador."
Z8Q383FY887Y

4 comentarios:

  1. muy buena entrada para ponerme al día sobre el bowling, pues no tenía ni idea de nada.
    a propósito, felicidades por el blog, pues tiene un aspecto limpio, claro y ordenado, da usto pasearse por él

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  2. me parece muy original el blog!! se lo pasaré a mi tio que es un aficionado del bowling!!

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  3. Madre mía, vaya pedazo de trabajo que te has hecho. Gran blog, un saludo.

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